miércoles, 9 de enero de 2008

The Secret

Añadiendo a lo que se muestra en The Secret:

Nuestras intenciones tienen un gran impacto en nuestras vidas.
Las intenciones poseen una carga psíquica específica que a simple vista pareciera no tener trascendencia. Sin embargo, cada pensamiento que genera nuestro cerebro tiene una carga positiva, negativa o neutral. La mente humana irradia información psíquica continuamente, la cual puede ser percibida con el instinto mental; lo que llamamos “vibra” o “corazonada”.
Aparte de tener una carga psíquica, nuestro río perpetuo de pensamientos también posee una carga magnética. La cargas mentales similares de distintas personas se atraen magnéticamente de una forma involuntaria e instintiva. Es por eso que, por ejemplo, la gente que acostumbra a pelear consigue peleas y la gente que le gusta ayudar consigue donde ofrecer su ayuda. Esta misma carga psíquica explica el por qué sentimos una atracción inexplicable por una persona o por qué una persona nos da miedo de sólo verla.
Tras esta explicación ¿cómo son capaces las intenciones de crear un ambiente deseado?
Pensar de manera positiva continuamente atrae gente que también piensa de esa manera, lo cual nos acerca a un ambiente positivo y exitoso. Ahora, si pensamos positivamente pero en algo completamente inalcanzable, se conseguirá gente que piense de la misma forma. La carga psíquica que genera nuestra mente se atraerá a mentes con la misma carga.
Por ende, lo ideal es enfocarse en exactamente que intención tenemos. Si alguien tiene la intención de ser una estrella de rock para sentirse superior a los demás conseguirá gente con síndrome de inferioridad igual que él. Si alguien quiere ser una estrella de rock para dejar su huella en el patrimonio cultural de la historia, conseguirá gente con la misma intención. Si la intención de una persona es hacer dinero sin importar cómo, sin duda alguna conseguirá la gente y la situación similar a sus intenciones. Si alguien tiene la intención de superarse como profesional conseguirá gente con la misma meta.
El poder de manejar nuestro destino está en nuestras manos. Las intenciones influyen enormemente en lo que nos avecina, ya que el poder más grande que poseemos los seres humanos es el poder mental. Para tener un mejor manejo de nuestro destino es necesario concentrarse en cuáles son nuestras intenciones en cada situación micro y macro de nuestro presente y futuro.

Yo recomiendo, además de las aspiraciones personales de cada quien, tener la intención de desearle el bien a los demás sin esperar nada a cambio. Esto no cuesta mucho y tiene beneficios incalculables.

2 comentarios:

Unknown dijo...

la toma de decisiones esta intimamente ligada a la intencionalidad del sujeto, pensamiento dl siglo XIX todavia vigente, pero ¿que sucede cuando nuestra toma de decisiones en dominada por un sentimentalismo cabisbajo, el cual depende de lo piensen los demas de nosotros? en aquellos momentos de duda, donde surgen las invitaciones a la reflexion personal? son estos los momentos donde no nos sentimos como nosotros mismos y nos abrimos a la mano que dispone a ayudarnos..me encanto tu escrito, un beso

Beatriz E. Moreno dijo...

Es asi good things happen to good people! LA cagada es que hay veces que la gente buena sale demasiado jodida, tal vez no sean tan buenas como uno piensa, Pero igual! tienes razon que hay que desearle bien siempre a la gente!