miércoles, 25 de julio de 2007

La Paz Mundial y La Unión Europea

Una de las claves para la conseguir la paz mundial yace en la relación política entre los países del mundo. Según todos podemos observar, la interacción internacional no es la más deseable. El sistema político internacional es un estadio donde los jugadores son absolutamente soberanos y con libre albedrío de tomar la decisión que más le parezca. Por ende, en este sistema internacional reina la anarquía, donde cada país vive bajo sus propias reglas, prácticamente ignorando de las leyes internacionales. Pero pese a esta anarquía, todavía existe una mínima apertura por donde se puede alcanzar la paz, como el ejemplo que da la Unión Europea. Es increíble que apenas 60 años después de la Segunda Guerra Mundial, el continente Europeo se encuentra casi completamente unificado. La apertura que consiguió Europa en su integración es la del camino de la cooperación. La cooperación es la ruta que siguió Europa hacia su unificación. En este contexto, cooperación se entiende como el producto del cumplimiento de las leyes de comercio y leyes políticas existentes entre los países. Entonces la cooperación se consigue por medio de tratados entre países y el cumplimiento de dichos tratados. El como la EU llegó a este nivel de cooperación es una obra maestra, hija de la esperanza por la unión y por la paz por parte de los dirigentes europeos. El largo trayecto que caminó -y sigue caminando- Europa hacia su unificación es producto de cooperaciones basadas en los intereses mutuos de los países que la conforman. Es importante destacar el hecho de que los pensadores de la integración europea tenían como idea principal la cooperación con el fin de que los miembros de la Unión Europea se beneficiaran monetariamente. Nunca se usó la paz como fin a conseguir; la paz reina en Europa casi sin intención. Esta paz se consiguió como producto de la cooperación entre los países. Por lo tanto, es correcto asegurar que por medio de la cooperación verdadera entre los países del mundo, la paz también se conseguirá de facto.

La Unión Europea, entonces, nos da una fórmula para conseguir la paz. Para comprender esta fórmula, es necesario examinar la interacción política entre los países del globo. Dos buenas formas de ver el sistema internacional son el Realismo que nos sirve para comprender la naturaleza del sistema internacional y el Institucionalismo Neoliberal nos ayuda a estudiar los patrones de cooperación que surgen en este mundo anárquico. El Realismo es la teoría internacional más común, más antigua y más difícil de debatir. A lo largo de la historia ha habido una gran cantidad de pensadores que comparten la creencia filosófica de que cada ser humano es egoísta y lucha individualmente por lo suyo. Pensadores como el historiador griego Tucídides (contemporáneo de la Guerra del Peloponesio) y el inglés Tomás Hobbes, creían que el hombre es un ser absolutamente salvaje, siempre buscando el beneficio propio. El Realismo amarra esta línea de teorías en una sola. Como su nombre implica, los Realistas dicen ver el mundo de una forma real. Partiendo por el individuo, los Realistas dicen que todos somos egoístas y que los países no son lo contrario en sus doctrinas políticas internacionales. En el ámbito internacional, el Realismo asume que cada país actúa tal como un individuo, con un fin único de acumular poder bajo cualquier circunstancia. Los defensores del Realismo (tales como Henry Kissinger, George W. Bush y Sadam Hussein) creen que en el sistema anárquico internacional, cada país lucha para ser el más poderoso; luchando para ser la hegemonía mundial. Ya que en el ámbito internacional no es necesario cumplir las reglas establecidas por una inmensidad de asambleas internacionales, los países hacen todo lo posible para acumular poder y asegurar su supervivencia. Por ejemplo, Irak invadió a Irán y a Kuwait en los años 80 para acumular poder y los Estados Unidos hizo lo mismo a Irak en el 2003, con el mismo fin. Estas tres invasiones fueron propiciadas por dos individuos Realistas, Hussein y Bush. Los Relistas ven al mundo como una guerra perpetua de intereses; igual que la batalla por ser el rey león. Entonces en este sistema anárquico siempre va a haber un país que sea la hegemonía mundial. Después de la disolución de la Unión Soviética, los Estados Unidos se convirtió en la única hegemonía global. En el Nuevo Orden Mundial, los Estados Unidos es el tope de la pirámide, la potencia mundial, el rey león.

En este mundo de países que velan sólo por sí mismos, visto con ojos Realistas, la paz es un concepto inconcebible. Este es el momento donde se cambia la marcha hacia el Institucionalismo Neoliberal. Con las mismas suposiciones del Realismo como base, parte el paradigma del Institucionalismo Neoliberal. El Institucionalismo Neoliberal cree en todo lo que asegura el Realismo sobre el mundo anárquico, pero añade aspectos claves a esta teoría. El autor del Institucionalismo Neoliberal, el estadounidense Robert Keohane, en su libro “Después de la Hegemonía,” establece que hay aspectos de la interacción entre países que el Realismo no incluye en su fórmula. Lo obviado por el Realismo, dice Keohane, es que hay un gran nivel de interdependencia y cooperación entre los jugadores del sistema internacional. Tal como sugiere el ejemplo de la Unión Europea, el nivel de cooperación que existe es tan fuerte que es impensable que Alemania le declare guerra a Italia, por ejemplo. Los dos son países con una interdependencia económica muy profunda; empezando por el hecho que los dos tienen un sistema económico centralizado y ambos utilizan el Euro como moneda. Es evidente que a Alemania le conviene continuar su relación pacífica con Italia por encima a apuñalarla a sus espaldas. Keohane cree que este nivel de cooperación entre los miembros de la UE, hacen que cada vez estén más entrelazados hasta el punto que sean totalmente vulnerables el uno al otro. Hay que tomar en cuenta que este nivel de cooperación alcanzado por la Unión Europea es el resultado de numerosos tratados tales como la Comunidad Europea de Carbón y Acero en 1950. Esto es un punto clave del Institucionalismo Neoliberal. Como su nombre sugiere, el Institucionalismo Neoliberal traza un plan para que por medio de instituciones los países del mundo amarren fuertemente su interdependencia política y económica. Kehoane pone énfasis en que el concepto de institución no se vea como un edificio, sino más bien como un patrón de reglas establecidas por los países actores en dicha institución. Las instituciones son reglas, ya sea tratados de comercio, tratados de paz, etc. Por medio de instituciones los países conseguirían primero beneficiarse mutuamente y a largo plazo ese beneficio mutuo será tan poderoso que será imposible desligarse y el resultado consecuente será la paz. La Unión Europea y el Institucionalismo Neoliberal son dos teorías que se han retroalimentado. La Unión Europea inspiró a Keohane a escribir sobre el Institucionalismo Neoliberal y el Institucionalismo Neoliberal, una vez escrito, ha servido como guía para que Europa continúe su integración.

Nadie sabe a dónde llegará el mundo si todos los países son interdependientes. Lo que sí se sabe es que no hay nada que perder, ya que el mundo vive en una guerra perpetua y la interdependencia aparenta ser una opción viable hacia la paz. Para buscar la paz es necesario ver al mundo lo más verdaderamente posible. El Realismo nos da una representación auténtica del sistema internacional. Por su parte, el Institucionalismo Neoliberal indica los pasos a seguir para que la interdependencia de países sea la razón para mantener la paz. La paz mundial probablemente nunca se consiga, pero la disminución de ella es suficiente premio como para luchar por lograrla. La teoría de Robert Keohane es la primera vez que he visto un plan funcional con el que, casi sin intención, se consigue la paz. Hoy en día el Institucionalismo Neoliberal es estudiado y venerado por una gran parte de los teoristas internacionales. Por si fuera poco la teoría ha sido aplicada con éxito a la Unión Europea. En esta búsqueda eterna que emprendemos por la paz, el Institucionalismo Neoliberal y la Unión Europea son modelos a seguir. Hay varias formas y teorías de buscar la paz; en el ámbito político el camino hacia la paz es la cooperación. Lo positivo es que la cooperación (con interés monetario) es una idea que se puede vender a los políticos y dirigentes de los países. En este mundo, que cada vez tiene menos arreglo, siempre hay y habrá una apertura para la paz. Por eso, no cabe duda en mi mente que la cooperación política y económica entre los países es una las vías más factibles para conseguir la paz.

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