Personajes vol.1

Esta será una nueva sección donde hablaré periódicamente de los personajes inolvidables que he conocido por donde voy.

Hoy empezaré con una chama que personifica el carácter fuerte de la mujer venezolana. El día que la conocí no sabía que estaba siendo evaluado por ella como el mosquito en ámbar de Jurassic Park. Ella tenía que aprobar si yo era apto para su amiga del alma, la primera conversación fue así:

Ella: La sede mundial de las Naciones Unidas es en el Hague.

Yo: No, la sede mundial es en Nueva York.

Ella: No, es en el Hague.

Yo: No, en el Hague está la sede de la Corte Internacional de Justicia.

Ella: (Tono sarcástico) Sí, ya mi amiga me contó que eras un sabelotodo.

Yo: Why are you trying to make an enemy out of me?

¿Difícil trato, verdad? Aún hay más.

Cuando nos despedimos me dijo, “bien, estoy dejando que mi amiga se vaya contigo, eso significa que estás aprobado.” Como la conocí ese día, yo no tenía idea que su aprobación era más difícil de conseguir que el Premio Nóbel de la Física o una medalla de oro en las olimpíadas. De haberlo sabido me hubiera sentido tan feliz como Winston Churchill el 2 de Septiembre de 1945.

Por razones diversas, ella y yo tuvimos una relación indirecta pero paradójicamente compenetrada, les describo al personaje:

Ella es como un terremoto presurizado en un cuerpo, pero en el centro tiene un cajoncito donde guarda su noble corazón. Se imaginarán que la caja donde resguarda su corazón debe ser lo suficientemente fuerte para tolerar sus fuertes cataclismos sísmicos. No cabe duda que las personas capacitadas para entrar a su corazón deben ser honestas y 100% genuinas.

Los que la conocen no les cuesta imaginarla cayéndole a gritos a un policía  por tratar de sacarle dinero y el policía yéndose con el rabo entre las piernas. Tiene una convicción arrolladora de seguir sus metas artísticas y lo más seguro es que las cumpla; para ella no hay muros. La gente ama ser su amigo pero sus enemigos son miserables, este terremotico de persona sabe poner a la gente en su lugar. Le es difícil admitir cuando se equivoca y no creo que le pida perdón ni al Papa. Si habla mal de la gente lo hace elocuentemente y con argumentos convincentes, pero no por desprestigiar, sino porque en su mente es evidente la carencia de la otra persona. Una vez que tu vida se topa con la de ella es imposible ser indiferente; o la amas o la odias. O las dos. Ella demuestra cariño sin saber cuando lo hace, esto la hace una persona de sinceros sentimientos. Esta niña es la epitome de que no es imprescindible ser simpático para que alguien te tome cariño.

Ella es todo un personaje.